Manolo: Hola Raúl cuanto tiempo!!!
Raúl: Hombre!!! Qué alegría!!! Si la verdad es que ha pasado mucho tiempo. Te acuerdas aquellos años en el colegio donde no dábamos “palo al agua”, como me gustaría volver y recapacitar.
Manolo: Si la verdad es que durante aquellos años estuvieron muy bien, pero fueron muy duros para los dos, al menos yo encontré al profesor Pennac, el cual me inspiro y conseguí encontrar mi lugar dentro de la escuela.
Raúl: En realidad tuviste mucha suerte, mira yo que solo era reconocido por pegarle patadas a un balón, ojala me hubiera cruzado en el camino con él. Mira ahora buscándome la vida, ya que una lesión se cruzo en mi camino, y ahora soy un Don nadie.
Manolo: Hombre Raúl no digas esas cosas, aun estas a tiempo de encontrar un lugar con el que te sientas complacido, y seguir hacia adelante con una familia. Siento mucha pena por ti, porque sé que como se está en tu lugar.
Raúl: ya pero hoy en día las cosas son difíciles, ahora quien me podrá ayudar a mí como a ti te ayudaron? Ojala me cruzara ahora con el profesor Pennac…..
Manolo: ¿Pero que paso entonces con tus profesores? ¿No te ayudaban?
Raúl: nooo!!! Al contrario me ponían incluso las cosas más difíciles. Solo conseguí a probar en educación física, y en las demás clases me llovían ceros.
Manolo: Y para evitar esos ceros, ¿no intentaban buscar soluciones?
Raúl: No ellos mismo desde un principio me decían que no lo conseguirá nunca, así que no me animaban nada. Y al final tuvieron razón no llegue a sacarme el graduado, pero sí que llegue a un club pero mira se cruzo la lesión…… y aquí estoy.
Manolo: Y durante ese tiempo, ¿tú eras feliz?
Raúl: No la verdad que no era para nada feliz, excepto en el recreo cuando jugábamos a deportes, o en las clases de educación física donde todos querían ir conmigo, hay si que era feliz donde todo el mundo sabía que estaba presente. En las demás clases era un infierno, solo pensaba en la campana….
Manolo: Tengo una buena noticia para ti, y es que actualmente estoy ejerciendo de profesor, para ello voy a intentar que aprendas, y lo hare de la manera que a mí me motivo el profesor Pennac, y aprenderás cosas nuevas y todo hasta llegar a que te sientas feliz.
Raúl: Lo estás diciendo en serio? Muchas gracias de verdad, creo que de los últimos año ha sido el día mas feliz, con solo lo que me estás diciendo. Me esforzare al máximo, pero ¿Cómo lo harás?
Manolo: Empezaremos con lo que más te gusta a ti, el futbol, me traerás redacciones de tus jugadores favoritos, o de lo que tú quieras del entorno del futbol. Pero todo ello corregido y sin faltas de ortografía. Y también de que te has ayudado, ¿Entendido?
Raúl: Claro que si, quedaremos todas las semanas, y yo pondré mi máximo empeño, y veras que no te fallare.
Manolo: Te puedo asegurar que si es así, lograremos que tú te saques el graduado, para asi encontrar un trabajo.
Raúl: Fantástico, pues la semana que viene nos vemos en tu casa. Muchísimas gracias
Años más tarde, Raúl conseguirá el graduado, por las tardes está trabajando en un equipo de futbol, y además de ellos se está preparando el acceso al grado medio de actividades deportivas.
VALORACION PERSONAL:
En mi nombre Manolo, me llegue a sentir identificado con el zoquete, ya que a mí me llegaron a decir cuando estaba en la ESO, que no continuara, que “no valía para estudiar”. Por esto me sentí identificado con el zoquete. Además me he dado cuenta que como futuros docentes, siempre intentáremos ayudar tanto a unos como a otros, y no dejando de lado a los zoquetes, que ya no es que no aprendan si no que en su interior lo están pasando fatal, con malos ratos, y sintiéndose, que no lo valen para nada.
En mi nombre, Raúl, tengo que decir que el libro me a servido para darme aún más cuenta que, aunque es muy triste, el futuro de millones de niños va ligado a la motivación que cree en ellos el profesor. Ojala todos los maestros tuvieran un pequeño Penacc dentro de ellos y supieran llevar a los niños para lograr que ellos mismos se sienten realizados y felices con lo que hacen, que se sientan integrados y no dejen de lado a los zoquetes, donde muchos, son asignados como zoquetes por lo mismo profesores al machacarlos en vez de ayudarlos. Yo por suerte, he dado con varios “Penacc” que han influido de manera positiva en mi vida, aunque el que más me ayudó fue mi entrenador.
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